Cada vez salíamos un niño/a y tras escuchar por qué letra empieza y unas pistas sobre la palabra secreta, tenía que adivinar de qué se trataba. Los de 5 escribía cada uno su palabra en la pizarra y los de 4 entre todos.
Así pudimos hacer un repaso sobre lo aprendido, a la vez que nos divertíamos.
De esta manera damos por finalizado el proyecto de ciclo del Castillo. ¡Hasta pronto!
Me parece una idea muy buena. Este tipo de profesoras con estas ganas de enseñar a los niños son las que los padres queremos. Ánimo y suerte!
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